Mis «personajes»

En mis relatos me refiero con frecuencia a los personajes de mi entorno. Empiezo con «la base», la familia, primer círculo:

El Osito Charmín : mi papá, mi héroe, un hombre apasionado y generoso. Tiene tintes de reyezuelo y a veces de tiranuelo. Es amante de todo tipo de artilugios novedosos. Siempre a la vanguardia y siempre interesado en aprender. Un papá cariñoso. Un amor al que uno tiene ganas de abrazar (a la imagen del osito charmín). Poeta, maestro, escritor, telefonista, músico, presentador de tv, carpintero, diseñador, encuadernador, actor…

La Torcasita : mi mamá amorosa, una mujer divina en todos los sentidos, un corazón con pies. Siempre dispuesta a ayudar a todo mundo, pues es una excelente psicóloga innata con dotes de «Madame» que lee el café y tira las cartas (sólo cuando tiene ganas y sólo para los cuates). Inocente y distraída, pero segura de sí misma, a pesar de sus numerosas y tiernas metidas de pata, es raro verla avergonzada.

La BeibiMaiGad : Creíamos que su destino era irse para los «estaites», con rayitos rubios y uñas en acrílico, con un gringo que le iba a hacer 8 chiquillos. Pero no exactamente. Casada con el Borre desde hace un par de años, mamá de la bella Centollita, de las Nenucas y de Paoli el cuarto milagro; se quedó en Guzmán, con cejas tatuadas y uñas cortas y contra todo pronóstico es una profesional en el ámbito de la salud. Fue miss y reina de todas las escuelas por las que pasó. Tiene un optimismo, una alegría y gusto por la vida que contagian a cualquiera. También tiene sangre arrabalera y si le dicen «naca» ella probablemente responderá «a mucha honra».

La Meli : Es una niña rara. Sofisticada, propia y muy enigmática. Chocante dirían algunos. No se mezcla ni con su propia familia, pero tiene un buen corazón y se siente herida cuando le dicen «rara» porque ella se siente normal. Yo llegué a cambiarle los pañales y para mí siempre será mi primer bebé. Culminó sus estudios en gastronomía y con mucho esfuerzo, abrió su propio restaurante en Ciudad Guzmán, Jalisco. Tiene dos pequeños retoños. Si uno se lo pide, hace de comer en casa. Si no, le encanta perderse en Internet con artículos del tipo «el efecto de la globalización en las hormigas comunistas durante los años 90».

El Rey : Mi francés de marido. El Rey porque «… con dinero y sin dinero, hace siempre lo que quiere y su palabra es la ley…» sobre todo en México, en la casa de sus suegros. También conocido como «Maestro Limpio» porque es un obsesivo de la limpieza y el orden. Habla poquito español y es un excelente guitarrista. Es un papá cariñoso al que no le gustó cambiar pañales a su primogénita, pero después, anheló tanto hacerlo, que ya lo hace muy bien con el segundo. No es romántico pero sí muy trabajador y buen cocinero. También tiene un humor negro tremendo y un gran corazón. Puede pasar horas y horas leyendo anuncios clasificados por internet.

La Patroncita : Mi primogénita de corazón generoso. Mi sol con hermosos ojos negros profundos. Mi francomexicana tiene diez años, personalidad solar y gran energía. Es perfectamente bilingüe y habla francés con acento sureño y español con acento francés. La danza es su pasión y baila jazz y flamenco, se come el queso apestoso con todo y corteza y también le entra a los pulparindos y a las paletas de mango con chile. Tiene una vivacidad y un dinamismo que siempre me impresionan. También su capacidad para «andar en el argüende». Todo lo contrario de su madre : y eso me hace muy feliz.

El Pequeño Caballero: Mi segundo hijo, que cargué 38 semanas en mi vientre y varios años en mi corazón. Llegó en pleno otoño post-covid, rodeado del amor de toda su familia. Es un bebé guerrero, con mucho carácter. Es un gran observador y la audacia física, por el momento, no es lo suyo (hijo de tigres…) Su papá apostaba que se iba a parecer a mí, sobre todo en lo moreno, porque dicen que las niñas se parecen al papá y los niños a la mamá. La creencia popular resultó una falacia, pues este niño es la copia conforme de su padre, «El Rey».

23 comentarios en “Mis «personajes»”

  1. No sé por donde comenzar, hoy encontré tu blog por porque al igual que tú le tengo un gran amor a Francia y al leer algunos de tus post me sentí muy identificada y como tú dijiste en un comentario por ahí, no sé si es un enamoramiento fugaz o un lllamado del destino algo me dice que tengo que regresar y estoy luchando por conseguirlo. Dejame decirte que te admiro por haber tenido la convicción de seguir tus sueños, esto me da «pa arriba» de saber que sí se puede. Llevaba tiempo buscando un blog así y por «azar» lo encontré. Espero que continues compartiendo.

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    1. Hola Verónica, muchas gracias por tu lindo comentario que es muy alentador para mí 🙂 si tienes sugerencias de temas o dudas, en lo que pueda ayudarte con gusto lo haré 🙂 Claro que todo se puede, la clave está en proyectarlo mentalmente y después claro está, hay que trabajar en ello. Suerte en tus proyectos ! saludos

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